SANTO DOMINGO, República
Dominicana.- Las condiciones del ambiente de trabajo están estrechamente
relacionadas con el rendimiento de los trabajadores y la iluminación es
uno de los factores clave, ya que puede actuar en forma positiva
favoreciendo el desempeño a la hora de realizar una tarea, o de manera
negativa, afectando la productividad.
Diversos estudios han demostrado
efectivamente esta relación, entre ellos una investigación de la
Universidad de Cornell que estimó que una correcta iluminación podía
incrementar la productividad hasta en un 5%.
Otro estudio, llevado a cabo por la
Sociedad Norteamericana de Diseñadores de Interiores, reveló que más del
68% de las personas que trabajan en oficinas han experimentado
molestias asociadas a una inadecuada iluminación en su área de trabajo.
Dificultades como fatiga visual,
agotamiento, estrés y jaquecas fueron los principales malestares
relacionados con la iluminación, aunque también se observó falta de
atención y desánimo; factores que son causa de accidentes, ausentismo
laboral y bajo rendimiento.
“La función más relevante de la
iluminación en espacios de trabajo es apoyar la tarea del colaborador,
por lo que este criterio debe prevalecer a la hora de elegir las
soluciones. Un ejemplo muy simple del efecto perjudicial de la
iluminación inadecuada es cuando las personas deben forzar la vista
constantemente para ver pantallas o documentos. Esta situación afecta la
salud y la productividad del trabajador, además de incidir en su estado
de ánimo”, aseguró el experto Gustavo Jiménez, coordinador de
proyectos de Havells-Sylvania, empresa fabricante de productos de
iluminación.
Diseño de iluminación en oficinas
Para un correcto diseño de la
iluminación en el espacio de trabajo, el primer paso es que los clientes
sean consultados sobre las actividades que se realizarán en la oficina.
Además de definir exactamente las
actividades, las preguntas deben permitir determinar: tiempo requerido
para realizarlas; porcentaje de tiempo invertido por cada una de ellas;
importancia relativa de la exactitud en la realización de la tarea;
importancia relativa de la velocidad en la realización de la tarea;
dificultad visual de la tarea y edad promedio de los trabajadores.
“Toda esta información ayudará al
diseñador a entender mejor el tipo de actividad visual para ese espacio
en cuestión. Demasiada luz, gastará energía; pero muy poca luz, causa
una reducción del desempeño y mala actitud hacia el trabajo de parte de
los colaboradores”, explica el experto de Sylvania, Gustavo Jiménez.
Un buen diseño, mientras tanto,
consolida el sistema de iluminación con las necesidades visuales y
psicológicas de los empleados. Tomando en cuenta las recomendaciones del
IESNA (Illuminating Engineer Society of North America),
Havells-Sylvania brinda algunos consejos para lograr una correcta
iluminación en la oficina:
1. Procurar un uso pleno de la luz
natural que entra por las ventanas, puertas o tragaluces. No obstante,
considerar que la iluminación debe ser natural y artificial, teniendo en
cuenta que los rayos solares no deben llegar de manera directa sobre la
superficie de trabajo, ya que pueden causar deslumbramientos o aumento
de la temperatura ambiente. Además, es necesario colocar algunas luces
regulables o instalar interruptores para controlar la iluminación y así
reducir la oscuridad y el resplandor.
2. En cuanto al tipo de lámparas para
situar en los puestos de trabajo lo más recomendable es optar por
fluorescentes, que emiten menos calor que las incandescentes
tradicionales.
3. Las luminarias blancas son ideales
para los espacios de trabajo, ya que incrementan la concentración y
productividad del colaborador. Lo contrario ocurre con las luces de tono
amarillento, que crean ambientes cálidos y por ende relajan a los
trabajadores.
4. La iluminación del techo debe
estar ubicada a los costados del puesto de trabajo y en lo posible
dirigida oblicuamente. Es decir, la vista dirigida hacia la pantalla de
la computadora debe ser paralela a los focos de la luz
5. En las salas de reuniones, las
luces indirectas son necesarias, sobre todo cuando se requiere apagar la
iluminación general para usar un proyector. En muchos casos será
necesario que se pueda personalizar la luz a cada momento, por ello que
no deben faltar las luces indirectas, que además de crear un ambiente
más agradable y natural, permiten optimizar el uso de cada espacio.
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